En el mundo en el que vivimos actualmente, cada vez es más frecuente encontrarnos con empresas relacionadas con el mundo tecnológico. Este tipo de empresas tienen una serie de características que hace que se diferencien de las pequeñas y medianas empresas de otros sectores.
Generalmente, las “startups” surgen a raíz de una idea de carácter tecnológico cuyo inventor/es necesita/n un impulso financiero para poder llevarla a cabo. Por ello, es muy frecuente encontrarnos en este caso que los propios inventores o desarrolladores de la idea o del negocio estén más preocupados en obtener la financiación para llevarla a cabo el proyecto que en otros aspectos de carácter legal o fiscal que, sin embargo, son de gran relevancia para asegurar la buena marcha del negocio.
Por ello, antes de empezar a analizar cada uno de esos aspectos, es fundamental entender que es exactamente una Startup y en qué se diferencia de una PYME.
¿Qué es una Startup?
Una Startup es una empresa de nueva creación, con alto potencial innovador y tecnológico, que tienen un modelo de negocio escalable que les permite crecer de una forma exponencial.
Por tanto, una de las principales diferencias con las pequeñas y medianas empresas, es que en una Startup el crecimiento que se espera es muy exponencial, mientras que las PYMES suelen tener un crecimiento más sostenido.
Además, por las características del negocio, hay otros aspectos que hacen que se diferencien, siendo la regulación de estos aspectos esencial para la continuidad del negocio (i.e. propiedad intelectual, etc.).
Estructura legal de la startup
Una vez se tiene la idea, es importante determinar la estructura legal a través de la cual se llevará cabo el negocio. Generalmente, en estos casos es importante llevarlo a cabo través de una sociedad de capital.
Por ello, una de las principales decisiones que se debe tomar es si se operará a través de una Sociedad de Responsabilidad Limitada o una Sociedad Anónima.
Generalmente, la opción elegida suele ser a través de una Sociedad Limitada ya que los requisitos, principalmente, en cuanto a capital y desembolso son menores. En el caso de la Sociedad Limitada el desembolso mínimo inicial que hay que realizar es de 3.000 € mientras que, en una Sociedad Anónima, el capital mínimo es de 60.000 €.
Una vez elegida la forma jurídica se llevará a cabo la constitución de la misma ante Notario y su posterior inscripción en el Registro Mercantil.
Pacto de socios en las Startups
Es muy común que este tipo de proyectos se lleven a cabo por varias personas, cada una de las cuales aporta distintos elementos al desarrollo del mismo.
Si bien, las normas por las que se regirá la sociedad se contienen en los Estatutos Sociales que se aprueban en el momento de la constitución de la sociedad, es muy importante regular otros aspectos que pueden ser de vital importancia para asegurar la continuidad del negocio.
Por ello, se recomienda la suscripción de un pacto de socios en el que se regulan además de algunos aspectos ya previstos en los Estatutos, otros que por su naturaleza no tienen cabida en los mismo y que, sin embargo, pueden ser relevantes para la buena marcha de la empresa, como pueden ser la entrada y salida de socios de la compañía, el reparto de dividendos, etc.
En otro de nuestros artículos, explicamos algunos de esos acuerdos, así como la importancia y ventaja de contar con este tipo de contratos de carácter privado.
Formas de financiación en las Startups
Constituida la sociedad, para poder desarrollar el negocio, como hemos indicado inicialmente, este tipo de empresas requieren de una financiación inicial.
Existen diversas formas de financiación entre las que podemos destacar:
- Préstamo bancario: es la forma de financiación más habitual utilizada por las empresas.
- Venture capital: En este caso, una Sociedad de Capital Riesgo (SCR) invierte en la Startup a cambio de un porcentaje de la empresa.
Por tanto, en este caso, la SCR entra a formar parte del capital social y, en ocasiones, incluso, tienen una representación en el propio órgano de administración de la compañía.
- Business Angels: Se trata de un inversor privado dispuesto a colaborar en un proyecto empresarial. En este caso, además de capital financiero este tipo de inversor también aporta sus conocimientos empresariales, pues se trata de un inversor experimentado.
Por tanto, la principal diferencia con las SCR es que estos inversores además de dinero aportan sus propios conocimientos a las empresas, guiando al emprendedor para que hagan un negocio lo más rentable posible para ambos.
- Crowfunding: Es un tipo de financiación colectiva, en la que se obtiene financiación a través de un cierto número de personas que aportan, generalmente, pequeñas cantidades de dinero que permiten hacer posible la ejecución del proyecto.
Propiedad intelectual
Otro factor muy importante a tener en cuenta en este tipo de empresas es la protección de sus intangibles. Estos negocios se suelen basar sus productos en una tecnología propia que le diferencia del resto de sus competidores.
Por ello, en estos casos es fundamental la protección de esa idea, tanto del resto de sus competidores, como por ejemplo a través del registro de una patente o un modelo de utilidad, como de las propias partes implicadas en desarrollo del proyecto, mediante la firma de un acuerdo de confidencialidad.
Protección de datos
Generalmente las Startups manejan datos de carácter personal (clientes, proveedores, trabajadores, etc.), por ello desde el momento en que tiene acceso a estos datos están obligados a cumplir con la normativa de protección de datos (Reglamento General de Protección de Datos y la Ley Orgánica de Protección de Datos y garantía de los derechos digitales).
En estos casos es esencial que se tengan un buen asesoramiento inicial y recurrente en esta materia, ya que una brecha en este tipo de tratamiento puede dar lugar a sanciones de una cuantía elevada.
Remuneración de los trabajadores: stock options o phantom shares
Teniendo en consideración el elevado componente tecnológico de este tipo de empresas, y la necesidad de trabajadores con una determinada formación y experiencia que permita desarrollar ese negocio, es esencial para estas empresas retener el talento.
Por ello, es muy recuente que en el entorno startups se remuneren a los empleados con puestos claves a través de stock options o phantom shares. La idea es retribuir a dichos empleados por el desempeño futuro de la empresa de forma que puedan participar en los beneficios futuros de la compañía o ante una posible venta a un tercero, bajo el entendimiento de que dichos trabajadores han contribuido de forma significativa a aumentar el valor de la compañía durante sus años de vinculación.
Si bien, mediante las stocks options los trabajadores entrarían en el capital social y se podrían formar grupos minoritarios de socios que podrían entrar en conflicto con los socios mayoritarios de la compañía, con la consiguiente problemática que ello supone, en el caso de las phantom shares se trata de derechos económicos vinculados al valor de las participaciones/acciones de una sociedad pero en ningún caso adquieren la condición de socio de la empresa.
Fiscalidad de las startups y ventajas fiscales
Otro aspecto fundamental de este tipo de sociedades es la fiscalidad de las mismas, ya que pueden beneficiarse de determinadas bonificaciones o deducciones que analizaremos en nuevo artículo sobre este tema.
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